lunes, 14 de febrero de 2011

San Solterín

No se me ocurre mejor día que estrenar este blog hoy, 14 de febrero, día-de-San-Valentín. Mientras muchos enamorados ven esta fecha como el día especial para declararse a su objeto de interés o simplemente hacer algo especial con su pareja, yo, como muchos otros, paso.

¿La razón? No tengo pareja, más aún, ¿la razón? no estoy enamorado. Este día sólo sirve para recordarme que no siento ese ardor en mi corazón, no vuelan mariposas en mi estómago... hecho, que de producirse de verdad daría como resultado una situación dantesca dentro de mí. Donde las mariposas, en la más absoluta oscuridad, aletean aterrorizadas chocando las unas con las otras mientras mis ácidos estomacales las consumen lentamente en un estadio de auténtico horror psicológico que desafía los límites de la locura.

Volviendo al tema, soy soltero y no estoy enamorado. Aquí haré incapié en un hecho fundamental de la vida, o la no vida, de las relaciones. Soy soltero desde verano, pero mi amor siguió mucho más, hasta que finalmente se dió por vencido hace poco menos de un mes. Pero eso son historias pasadas y aquí en mi blog trataré de hablar del presente o el futuro inmediato que, para los que habéis seguido alguna vez a http://elgatoqueladraba.blogspot.com del cuál me he convertido en su homónimo masculino, sabréis que todo lo que contaré aquí tendrá una mezcla de verdad junto con un mínimo de exageración.

La simbiosis entre mi pensamiento racional y una experiencia de dos parejas estables me pide a gritos que descanse, que evite el contacto con mujeres que podrían llegar a encontrar un hueco dentro de mí. Pero no puedo. Mi corazon es un músculo masoca que necesita de la adrenalina de la caza, la pasión del primer bocado y la emoción de una nueva presa. Hambriento de sufrimiento, remordimientos, alegría, éxtasis y locura, los corazones necesitan ser ejercitados para no quedar atrofiados por no usarlos. Una vida tranquila es una vida vacía y vanal en su existencia.

Estos meses estoy bailando en una sala llena de sexo y alcohol, donde el amor queda relegado a un segundo plano dejando libertad para la exploración de la víctima sin necesidad de comprometerse a nada. Conversaciones inteligentes, divertidas, extrañas y cargadas de psicoanálisis han fluído sin parar como un río que desemboca en mis labios. Y como un vampiro, al terminar la noche, saboreo la sangre de la víctima en mi paladar, y si me siento vivo es que ha sido una buena noche, si por el contrario me siento muerto... digamos que han faltado más cosas de las que he recibido a cambio y pienso que quizá, a mi corazón le guste amar después de todo.


Por eso, hoy, día 14 de febrero, día de San Valentín, en vez de ponerme sarcástico, irónico o cínico ante una celebración dedicada a la compra de productos (mayormente inútiles), voy a animaros a cometer ese acto irracional de saltar al vacío con los ojos cerrados y esperar que el batacazo contra el duro pavimento de hormigón, al contrario de lo que sucedería en la realidad (cerebro desparramado por la acera, sangre salpicando por doquier, extremidades en posiciones imposibles, parte del intestino delgado recorriendo el pavimento), sea sólo la manera de poder decir "al menos lo intenté".

Incluso a lo mejor sales con vida de ello y acompañado de un amor correspondido. Yo por mi parte le mandaré un mensaje con una proposición no muy indecente a una chica que llamaré SALSA, la cuál conocí ayer en un pub muy bien ambientado (que no significa "de ambiente"). Quizá perdí mi oportunidad anoche al dejarla en casa y no besarla, cuando por unos instantes nos acercamos el uno al otro mientras hablábamos, sus labios miraban directamente a los míos mientras nuestras miradas se cruzaron sin apartarse, un segundo, quizás dos, pero no se necesitaba más. Había ganas de probarlo... pero no pasó, no me lancé...

Algunos pensaréis que ella también podría haber hecho algo, pero no, en esta ocasión tenía que lanzarme yo. Y aunque suene machista o lo que sea... el hombre tiene que lanzarse. Está dentro de nuestra naturaleza y es nuestro instinto de supervivencia y de macho cabrío alpha. Para ganar hay que competir, y para competir hay que intentarlo.

Guau, digo miau.

1 comentario:

  1. ¡Bienvenido!

    Tal y como me esperaba, ambos parecemos emitir un sonido contradictorio a nuestra naturaleza animal.

    Y sin embargo hay algo que no me esperaba. Esperaba una entrada limpia de dolor y carácter romántico, pero eso es lo interesante: la profundidad y honestidad, la libertad de expresión sin miedo ni censura alguna.

    Bienvenido al anonimato. ¡Guau!

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