lunes, 11 de abril de 2011

Saneando el alma

Como dije en mi anterior post. He frenado. Mi última conquista quedó en Marzo, donde la noche, el alcohol, las verbenas y una rubia monísima de pelo corto y con aparato en los dientes me hizo caer en la tentación. Oh más bien, yo la hice caer a ella... aquí el malo fui yo. Es curioso la mención de que llevara aparato. Mi primera novia lo llevaba, al principio no estaba convencido si era algo que me disgustaba o me agradaba cuando la veía. Ahora me parece que es una mezcla de inocencia y nostalgia por mi ex lo que provoca en mí un interés especial por las chicas con aparato. Desglosando a las mujeres en sus características físicas he llegado a la conclusión de que mi cerebro realiza un camino de descartes un  tanto extraño en un grupo de mujeres al azar. Primero, antes que nada, busca el destello dorado (a las rubia) y se centra en ella en este orden. Forma de pelo, flequillo, ojos, cejas, labios, nariz, forma del rostro. Si esto le agrada pasa al segundo marco complexión y forma de vestir. Todo en cuestión de milisegundos.

Según dicen los ojos son el reflejo del alma. Desde lejos lo primero que veo es el pelo pero al acercarme me fijo en los ojos. Mi cerebro busca en ellos la tenacidad, inteligencia y valentía que espero de una mujer para que sea interesante. Como supongo que hará ella con los míos cuando se crucen nuestras miradas. La culpa de esto la tienen las películas románticas a lo Romeo y Julieta, donde una simple mirada es suficiente para caer en el amor más puro y absoluto. En esto tengo la teoría de que Shackespeare no estaba ensalzando o enardeciendo un amor puro a través de un flechazo, el mítico amor a primera vista. Shackespeare satirizaba sobre lo increíblemente estúpidos que podían llegar a ser este tipo de amantes el cuál la sola percepción física de la otra persona les hacía enamorarse locamente de ella. Si tenemos en cuenta que Romeo, según la obra, caía en desgracia por un amor despechado, bramaba su amor y lloraba por él desconsoladamente y al momento, después de una mirada ya estaba enamorado de Julieta. ¿Qué nos dice esto de Romeo? Que su amor era tan volátil como una pluma en una ventisca. Shackespeare se mofaba de este tipo de amor, y para mostrarnos su estupidez los enamorados terminaban suicidándose estúpidamente uno al lado del otro.

Algunos llorarán por el final de la historia pero yo, después de estudiarla un poco me dí cuenta que no se trataba de una historia de amor sino de una mofa de lo que se entiende por el amor a primera vista. La gente no puede enamorarse a primera vista. Te puede interesar una persona sólo por verla pero no será hasta que tengas contacto con ella, que podrás comenzar a enamorarte. Y eso lleva algo de tiempo, para unas personas más, para otras menos.

Por mi parte llevo casi un mes sin sexo, realmente para mí es mucho. No porque lo necesite, sino porque rara vez me he encontrado en esta situación. Con el cambio de chip me siento diferente. Las mujeres han pasado a una habitación distinta donde la decisión de si deseo realmente flirtear con ella está lejos de ser afectada por mis instintos animales. Una cara bonita ya no es suficiente. Hay caras bonitas por todas partes, lo interesante está en su interior y a no ser que podamos traspasar esa barrera, nunca veremos lo que realmente queremos ver.

Hoy descubrí que una chica por el cuál había sentido cierto interés físico, a lo mejor no es tan interesante a nivel intelectual. Es guapa, rubia y hace mucho ejercicio pero hay ciertos aspectos de su personalidad que hoy me han tirado para atrás. Como se dice, el físico no lo es todo. Creo que estoy madurando y eso me preocupa, me preocupa no dejarme a mí mismo ser joven y disfrutar de hacer locuras, aprovechar mi capacidad seductora que poco a poco y con los años irá perdiéndose, me preocupa protegerme demasiado y no volver a caer en el amor.

Por hoy lo dejamos, un saludo y un abrazo

El perro que maulla

Meow