martes, 14 de febrero de 2012

San Solterín 2012

Un año ya, otro San Valentín

Parece que fue ayer cuando escribí la primera entrada y ya ha pasado un año desde aquello. Recuerdo que la ciudad era más cálida que ahora y que tenía un año menos en mi espalda. Recuerdo que mi corazón seguía herido aún después de 7 meses desde que me lo extirparon. Y aquí me encuentro, otro 14 de febrero solitario y deprimente. JAJAJAJA no, no voy a ser deprimente sólo porque sea el día de San Valentín y no tenga novia. Es más, me compadezco de todos aquellos novios que se han estado devanando los sesos durante 2 semanas para crear un día mágico el día de hoy. Y yo me pregunto, ¿ha habido reciprocidad? Se lleva mucho el tema de la igualdad de sexos pero en muchas ocasiones me encuentro con que el hombre siempre tiene que tomar las decisiones y los riesgos. La mujer espera a que se le complazca y si el resultado es óptimo entonces es cuando obtienes su beneplácito (no voy ha hacer la referencia sexual ya que no porque el hombre haga algo romántico por su pareja es que está buscando sexo a lo loco y desenfrenado)

Día de San Valentín, ¿y qué he hecho yo durante todo este día? Trabajar y ejercicio. El ejercicio diario aparte de mantenerte en forma provoca un envejecimiento mucho más lento. Las células madre se reactivan en tu tejido muscular y provocan un crecimiento en el músculo. No me sé toda la teoría pero si a alguien le interesa puede leer varios artículos en la red como este ejercicio y rejuvenecimiento muscular y muchos más específicos que te puedes encontrar por ahí. En el momento en que te dejas es en el momento en que empiezas a envejecer, no es que busque la vida eterna pero me gustaría llegar a los 50 y poder correr una maratón como ya hacen algunas personas que conozco... y eso que aún me quedan más de 20 años para ello pero si no te preocupas ahora por tu cuerpo.. luego cuesta más.

Si se leen mis dos últimos post puede que parezca la persona más hipócrita del mundo, en uno llamo a la búsqueda del amor y no del sexo y el segundo es un relato sexual ocurrido hace unas semanas. La verdad es que esa chica fue una excepción. Desde el primer momento hubo un feeling que hacía tiempo que no sentía y actualmente conversamos a menudo por el whatsapp (grandiosa aplicación móvil para el insensato que aún no la tenga) Tengo un problema con ella y es que no vive en mi ciudad. Llevo toda mi vida diciéndole a mis amigos y amigas que jamás hagan eso, que nunca mantengan una relación a distancia y aunque llamarlo relación sería mucho decir, es bien cierto que esa chica me tiene encantado. Dulce, pasional, guapa, tiene una mirada penetrante, un pelo precioso una sonrisa encantadora y lo poco que sé de ella en la cama me gustó bastante.

¿Y yo porqué me busco una mujer de fuera teniendo tantas por aquí? No lo sé... cosas del destino. Aunque tengo que decir que esta vez no me estoy limitando. Este fin de semana conocí a una chica descarada que me tiene intrigado. Nos pasamos unos minutos con miradas persistentes hasta que al final me acerqué a ella y entablamos conversación. Mucho mirar y poco hacer no sirve de nada (aquellos que se pasan la noche mirando luego se van con la sensación de ser unos alelaos...) Si miras mucho a una chica al final se cansa, si ha habido contacto intenso acércate y ponle huevos al asunto sino te tomará por un mirón eunuco. El caso es que después de un par de horas con ella no nos llegamos a besar pero nos intercambiamos los números y me pidió que la llamara esta semana. Pedido y hecho, he cenado con ella pasado una tarde-noche agradable hablando sin parar y al dejarla en casa un medio beso... creo que le gustan las cosas lentas... ¿qué opináis vosotros? Dos chicas encantadoras sin buscarlo y las dos que buscan amor y no sexo... joder o no se tiene nada o se tiene demasiado.

Me gustaría describir más cosillas pero no tengo tiempo porque me tengo que ir a una cena con gente (no, no he caído en la tentación de tener una cena romántica a solas con nadie.. eso cualquier otro día vale pero me niego en San Valentín) Os contaré más cosas en la próxima entrada.

Hasta la próxima

El perro que maúlla

Meow

miércoles, 1 de febrero de 2012

El renacimiento del sexo

La noche surgió embriagada por la cebada fermentada. Unas risas por aquí, unas miradas por allá, las bestias nocturnas pululaban por las calles de uno a otro local de moda de la ciudad. El frío acechaba pero los pitillos mitigaban su dolor desde los labios de los smokers a cada entrada de pub que te encontrabas. Y yo, que había calentado la garganta con tres tequila-sal-y-limón me encontraba en plena cacería. 

La discoteca abarrotada; ninfas, sátiros y smokers codo con codo, espalda con espalda y lenguas entrelazadas. La música apenas dejaba escuchar lo que decían los demás, pero no importaba, excusa perfecta para acercarse más a la presa. Salía del local y le eché el ojo por primera vez. Guapa, morena, sonrisa cautivadora, el pelo liso y abundante, sin taparle el rostro desde el cuál siguió la sonrisa que proferían mis labios. Un primer y efímero contacto, ahí había algo.

A la entrada del siguiente club volvimos a hacer contacto. Hablaba con sus amigos y nos miramos de nuevo. Justo cuando pasaba a su lado. Con descaro seguí la mirada y me acerqué rápidamente a ella: "Nos vemos dentro" ¿Para qué más? Todo lo que hacía falta ya se había dicho, el deseo recorría nuestras entrañas y la impaciencia por volvernos a encontrar rompía la necesidad de volver a decir nada.

Una vez dentro me entretuve con los sátiros que me habían seguido en la noche. Las ninfas en grupos reían y miraban a su alrededor. Los sátiros las rodeaban con lascivos pensamientos. Sólo aquellos sátiros que se atrevían a traspasar las murallas de las ninfas obtenían su recompensa. Seguí las danzas de mis compañeros sátiros conjurando la risa y la alegría, la libertad y juventud, todas ellas cogidas de las manos aullando a la luna cuál poderoso lobo en la montaña. 

Completado el ritual vagué entre los cuerpos bamboleantes y sudorosos que habían ocupado el lugar hasta que la encontré por última vez en la noche. Nos acercamos maliciosamente y nos rodeamos con los brazos, ¿cómo te llamas? me preguntó acercando sus labios a mi rostro. Le respondí al oído mientras la acercaba a mi cuerpo.  Y mientras me susurraba el suyo nuestros labios chocaron y se fundieron. Durante media noche bailamos pegados el uno al otro, deseando nuestros cuerpos entrelazados. Sus labios besaban los míos, y me saboreaba con su lengua. Mis manos acariciaban su pelo y sostenían la pasión. Me deleité con su cuello, noté su respiración aumentar cuando subía por él y lo lamía con delicadeza y pasión. El baile se hizo más intenso hasta que no se pudo soportar más y escapamos del antro de ninfas, sátiros y smokers que peleaban por ocupar un lugar en cama ajena.

Tras un corto trayecto hasta mi guarida el ascensor fue una bomba donde estallaron nuestras ganas de poseernos. Uno de sus muslos se alzó y me rodeó con su pierna. El miembro presionaba contra el pantalón y gritaba por salir mientras ella presionaba su vagina contra mí y la movía sensualmente. Cuando la puerta del ascensor se abrió nos avalanzamos hacia fuera y contra el puerta volví a atacar su cuello mientras ardíamos por dentro y por fuera. Su calor me inundaba desde abajo y mi miembro contestaba de igual manera. Entramos en la casa y cogida de la mano la llevé hasta mi habitación, donde nuestras bocas volvieron a hablar solas entre sí.

La ropa desaparecía de su cuerpo al igual que del mío. Nuestra piel ardía y estar lejos el uno del otro no era una opción. La penetré con mi mano al tiempo que ella sostenía la parte de mí que le interesaba más en aquel momento. Su vagina completamente humedecida se abría fácilmente y el calor que desprendía exigía que se le prestara atención. Contra la cama, mis labios en su cuello y mis dedos dentro de ella apenas podía gemir de placer. En su último suspiro me dio a entender lo que realmente necesitaba en ese momento. Nos protegí a ambos, abrió sus piernas y mientras nos mirábamos el uno al otro entré dentro de ella suavemente. Su rostro cambió y contrajo sus músculos en esa primera estocada hacia su fuente de placer.

Cada vez que embestía sus músculos se tensaban y su respiración se entrecortaba. Una y otra vez hasta que decidió tomar las riendas de la batalla y se colocó encima, poseyendo mi polla dentro de ella me miró desde las alturas, con sus labios ligeramente separados y el pelo cayendo por encima de sus hombros, no lo suficiente para ocultar unos bellos pechos que saboreé más tarde. Arqueando la espalda hacia atrás y hacia delante al principio y más tarde sobre mí mientras abusaba de mi miembro con su sexo.

Recuerdo que volvimos a poseernos dos veces más en la noche y en la mañana que la precedía. Aún hoy, después de dos semanas, espero el día que nos volvamos a cruzar para disfrutar de su cuerpo y de sus labios. No sé si será algo el día de mañana pero se sintió más verdadero de lo que he tenido en mucho tiempo.

Se despide con este relato autobiográfico (con tintes melodramáticos)

El perro que maúlla

Meow


jueves, 12 de enero de 2012

Me he cansado del sexo, lo que necesito es amor

Si no recuerdo mal poco antes de septiembre del 2010 me dejó mi segunda ex. A día de hoy. casi un año y medio después, me doy cuenta que mi corazón sigue sufriendo por no estar con ella. Tengo tal dependencia de su necesidad de mí que me ha creado un vacío nostálgico que me golpea cuando menos me lo espero. Odio que me haya creado dependencia una mujer que me dejó claro que no quiere volver conmigo. Odio no haber podido deshacerme por completo de ella dentro de mí. Y a decir verdad sentí un alivio cuando leí su frase "no voy a volver contigo", sentí el alivio de saber con certeza que no tenía que volver a intentarlo porque ya me había dejado claro que no. Pero saber con certeza es un absoluto que se ve que mi corazón no interpreta como tal. Joder, odio mi corazón.

Hace un par de meses me tiré a una de esas chicas que os comenté en el post anterior. Parecía una chica interesante pero por razones de la vida (problemas en la familia) se mantuvo alejada de lo que podría haber sido un comienzo de algo, la llamaré Bibian. No sé, a lo mejor simplemente sexo casual pero al menos con alguien interesante valdría la pena. Así que estuvimos un tiempo apenas sin hablarnos hasta hace un par de semanas que volvimos a entablar un poco de conversación, si se tercia quizá vuelva a poseer a una de las mujeres más fogosas y apasionadas al sexo con las que he estado nunca. Además de poseer bastante experiencia e intuición con el tema. Lo único malo de esto es que creo que ya no tengo un interés de algo futuro con ella. Es la impresión que me da y me entristece porque tengo ganas de volver a tener algo verdadero. 

A esa conclusión he llegado de la peor manera posible. Últimamente y desde que lo dejé con la chica de los 4 meses 4 polvos, me había mantenido bastante alejado del sexo. Intentando evadirme todo lo que podía ante situaciones que podían acabar en sexo premeditado. Y son 4 las veces en las que he caído. La primera vez con la chica con la que vivía cerca de mí, sola en su piso me estampaba contra la cama nada más cruzar la puerta de su casa. Fue la última chica con la que estuve antes de empezar mi abstención... rota por la chica de los 4 meses 4 polvos... digamos que se llama Carmen y a la primera que estoy hablando Rizos. Nos cruzamos, hablamos de quedar, fui a su casa y a follar como locos. La verdad es que me encantó volver a tener sexo con ella ya que gime como una loca. El caso es que sigo sin querer tener algo con ella así que no he querido seguir quedando. Me da miedo meterme otra vez en un círculo del cuál sea difícil salir.

La segunda fue otra vieja conocida. A esta la llamaré Sara. Esta chica es muy morbosa pero quizá demasiado simple para mí. Tanto ella como yo sabemos que sólo es sexo y que no hay nada más... por eso se hace más llevadero pero igualmente no me llama suficiente la atención como para querer que sea algo de continuado. La tercera chica fue Bibian. La cuarta fue otra vieja conocida (Marta) con la cuál tuve una muy buena impresión cuando la vi por primera vez y follamos en el portal de su casa pero luego a medida que la fui conociendo las aspiraciones a que pudiera llegar a un hueco en mi vida se esfumaron. La segunda vez con Marta, hace unas semanas, tuve el sexo más desganado del mundo. Quedé con ella cuando la necesidad me estaba haciendo subirme por las paredes. El sexo no estuvo mal pero aunque mi necesidad era grande... las ganas de hacerlo con ella eran pocas, muy pocas. Así que me esforcé pero me dejó claro que dentro de mí había muerto aquél chico de 16 años que se quería tirar cualquier cosa que se moviera.

La última chica por la que he sentido que podría haber algo especial es una amiga de un amigo. Afortunadamente sólo son amigos y no hay nada más entre ellos. La conocí en una discoteca y enseguida conectamos, pero conectamos al nivel "te voy a dejar en la recámara" o eso es lo que de momento me está dejando claro. Una chica a la que parece que le intereso pero que no mueve un dedo hacia mí. Por lo que me da que me tiene aparcado porque lo está intentando con otra persona... Y yo lo siento mucho pero no me gustan estirar de una cuerda donde al otro extremo ya hay otro tío. Si la chica quiere algo tendrá que empezar a tirar de mí en un laxo de tiempo no muy lejano o finalmente soltaré la cuerda.

Y así estoy. Acercándome cada vez más a ser un treintañero (aún me quedan unos años) y con ganas de sentar la cabeza, o al menos apoyarla un ratito en el camino. El problema es que aquellas mujeres con las que siento que puedo llegar a tener algo o no quieren nada serio (el caso de Carmen) o se ve que no las atraigo o se ve que no sienten lo mismo que yo. Este es el caso de la segunda chica del post anterior (Vanesa) con la cuál he estado quedando mucho últimamente aunque sólo como amigos. No tengo claro si hay o no hay conexión, a veces pienso que sí pero luego no veo que de ningún paso para que pase algo así que me da la sensación que o va con mucho cuidado (es una situación complicada recordemos) o directamente no me ve como un chico con el que quiera tener nada.

El amor es complicado y jodido, ya podrían ponernos un reloj que mida el tiempo que nos queda para encontrar a la persona con la que vamos a pasar el resto de nuestras vidas (no recuerdo el nombre ya lo postearé en el siguiente post si lo encuentro) No digo que quiera encontrar el amor de mi vida pero al menos una chica interesante con la que poder divertirme y no sentirme vacío del todo no estaría mal, no? Acaso es mucho pedir? Ya veremos.

Hasta la próxima se despide

El perro que maúlla

Meow

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Y ahora qué?

Pues eso me pregunto yo. Después de cuatro meses con una chica con la que apenas me veía y menos aún tenía sexo, hemos terminado la relación. Si es que se le puede llamar relación a eso. La verdad es que lo estaba viendo venir, más que nada porque era yo el que no aguantaba más la situación. Una cosa es no ver a una persona con la que estés por problemas de distancia, disponibilidad, etc. Pero cuando te das cuenta que el verdadero problema radica en que eres el último eslabón en una cadena de prioridades en que casi cualquier cosa está por delante de ti... te cansas de la situación y lo que antes era soportable ya no lo es.

En este tiempo me he dado cuenta que hoy por hoy soy un hombre que busca una relación de mujer, hablando desde un punto de vista cultural y puede que algunos me tachen de machista pero ya me conocéis (bueno no, porque a día de hoy no me sigue ni el tato, pero bueno yo lo pongo porque queda chulo), digo las cosas como las percibo a través de la cultura. Aunque no por ello formo parte de su pensamiento.

Os pondré dos ejemplos que me están ocurriendo justo ahora. Conozco dos chicas, las dos más o menos de mi edad y ninguna de ellas quiere nada serio ahora mismo. Tampoco es que quieran tener sexo a lo loco por ahí con el primero que se encuentran, no son de esas. Simplemente en un futuro no muy lejano realizarán un viaje y estarán varios meses fuera, por lo que no les interesa tener ahora mismo novio. Supongo que también pensarán que no quieren enamorarse de nadie para poder disfrutar sin remordimientos de los placeres del sexo intercontinental. Me hago una idea de lo que quieren, un chico divertido, de confianza, con el cuál poder tener sexo pero sin sentirse como una más. Y las entiendo. El sexo sin complicidad no tiene sentido, es vacío y acaba aburriendo. Buscan pasar buenos momentos con alguien que les de la confianza de poder divertirse en la cama, que es más difícil de lo que se piensa cuando no conoces a la otra persona o sólo se trata de un "ven, folla y vete"

¿Puedo ser esa persona? Más importante que eso, ¿quiero ser esa persona? No lo sé. Quiero encontrar algo verdadero, como ellas. Pasarlo bien con alguien que lo quiere pasar bien conmigo. Y si no puede ser serio no pasa nada, pero será bonito. El tiempo dirá si más adelante se puede continuar o tendré que buscarme otra pareja de viaje. La vida es larga y es muy pronto para cansarse de buscar esa persona con la que pasarás, si tienes suerte, toda tu vida.

Os animo a los jóvenes y no tan jóvenes a ser hombres.

Y a las jóvenes y no tan jóvenes a tener ganas de ser feliz y a luchar por serlo.

Se despide hasta la próxima.

El perro que maulla

Meow

lunes, 24 de octubre de 2011

Vidas y reencuentros

Hace poco escuché la historia de dos personas que se conocieron, se amaron, se casaron, tuvieron una niña, se separaron, pasaron más de 25 años y volvieron a reencontrarse para juntarse de nuevo. Quizá la primera vez eran demasiado jóvenes, quizá no sabían lo que querían y siempre quisieron volver pero jamás se atrevieron a abrirse de nuevo ante la otra persona, quién sabe, la vida está repleta de "y si..."

Realmente no quiero eso para mí. Desearía conservar a esa persona todo el tiempo posible para disfrutar juntos del paseo que es la vida. Manos que se abrazan la una a la otra en un nexo de unión que va más allá de la fricción de la piel. Se trata de seguridad, confianza y demostración de amor. Ir cogidos de la mano, como en un baile donde entregarse a la otra persona es fundamental para que salga bien.

Conocía a una chica interesante en un pub. Durante unas semanas estuvimos quedando, yendo a cenar. Teniendo sexo salvaje sobre la encimera de la cocina, en el sofá, en su cama doble. Sus gritos se oían por toda la casa, me encantaba, me excitaba sobremanera y eso era genial. Una noche me quedé a dormir como otras tantas, tuvimos sexo antes de dormir y algo pasó. No sé el qué. Por la mañana al despertar ella pedía sexo de nuevo y yo no tenía nada de ganas, al final terminamos haciéndolo pero yo ni siquiera llegué al orgasmo. Al menos ella sí que disfrutó del asunto. En ese momento me di cuenta de que me sentía vacío incluso con una chica guapa, sexy, muy abierta y estupenda. Después de meses en los que terminamos aquello que teníamos he llegado a la conclusión que fue mi corazón, nostálgico de mi ex, quien boicoteó esa relación cerca de la perfección en la que me hallaba.

Un mes después conocí a otra chica que a primera vista me enamoró. Tras intercambiar los números pasamos varios días hablando y desgastando nuestros labios en una fricción constante y pasional. Meses después a duras penas nos vemos un día a la semana y mucho menos tenemos sexo. Es la época de mi vida que menos activo sexualmente me encuentro y eso que estoy con una chica. Tengo que decir que aunque no somos nada serio estoy siendo completamente fiel al asunto. Ya lo comenté en los posts anteriores. Si no me hago valer yo mismo, nadie más va a hacerlo por mí. Y un chico decente gana muchos más puntos que un chico que se acuesta con la primera que ve. Valorar lo que tengo y mucho más importante, decírselo a ella son factores que provocan una respuesta sentimental mucho mayor que simplemente obviar el hecho de que las mujeres saben que las amamos. Eso es algo que he aprendido a base de golpes y me parece que este ha sido el último necesario. Las mujeres necesitan saber que las amamos, pero no sólo eso, necesitan que se lo recordemos. Que están presentes en nuestros pensamientos día sí y día también.

Ahora la relación se ha enfriado un poco, pero eso también es debido a la disponibilidad de cada uno, con horarios que nos impiden vernos en todo el día. Espero que la cosa se arregle ya que tengo puestas muchas esperanzas en lo que tenemos y me gustaría no perderlo. No es que esté enamorado, pero podría sucederme cuando arreglemos el tema de vernos más a lo largo de la semana y, de ser posible, tener mucho más sexo. Cosa importante en una relación digan lo que digan, el amor es importante pero el sexo es un factor fundamental y lo uno sin lo otro no termina de funcionar bien.

Os dejo hasta la próxima.

El perro que maulla,

Meow

lunes, 11 de abril de 2011

Saneando el alma

Como dije en mi anterior post. He frenado. Mi última conquista quedó en Marzo, donde la noche, el alcohol, las verbenas y una rubia monísima de pelo corto y con aparato en los dientes me hizo caer en la tentación. Oh más bien, yo la hice caer a ella... aquí el malo fui yo. Es curioso la mención de que llevara aparato. Mi primera novia lo llevaba, al principio no estaba convencido si era algo que me disgustaba o me agradaba cuando la veía. Ahora me parece que es una mezcla de inocencia y nostalgia por mi ex lo que provoca en mí un interés especial por las chicas con aparato. Desglosando a las mujeres en sus características físicas he llegado a la conclusión de que mi cerebro realiza un camino de descartes un  tanto extraño en un grupo de mujeres al azar. Primero, antes que nada, busca el destello dorado (a las rubia) y se centra en ella en este orden. Forma de pelo, flequillo, ojos, cejas, labios, nariz, forma del rostro. Si esto le agrada pasa al segundo marco complexión y forma de vestir. Todo en cuestión de milisegundos.

Según dicen los ojos son el reflejo del alma. Desde lejos lo primero que veo es el pelo pero al acercarme me fijo en los ojos. Mi cerebro busca en ellos la tenacidad, inteligencia y valentía que espero de una mujer para que sea interesante. Como supongo que hará ella con los míos cuando se crucen nuestras miradas. La culpa de esto la tienen las películas románticas a lo Romeo y Julieta, donde una simple mirada es suficiente para caer en el amor más puro y absoluto. En esto tengo la teoría de que Shackespeare no estaba ensalzando o enardeciendo un amor puro a través de un flechazo, el mítico amor a primera vista. Shackespeare satirizaba sobre lo increíblemente estúpidos que podían llegar a ser este tipo de amantes el cuál la sola percepción física de la otra persona les hacía enamorarse locamente de ella. Si tenemos en cuenta que Romeo, según la obra, caía en desgracia por un amor despechado, bramaba su amor y lloraba por él desconsoladamente y al momento, después de una mirada ya estaba enamorado de Julieta. ¿Qué nos dice esto de Romeo? Que su amor era tan volátil como una pluma en una ventisca. Shackespeare se mofaba de este tipo de amor, y para mostrarnos su estupidez los enamorados terminaban suicidándose estúpidamente uno al lado del otro.

Algunos llorarán por el final de la historia pero yo, después de estudiarla un poco me dí cuenta que no se trataba de una historia de amor sino de una mofa de lo que se entiende por el amor a primera vista. La gente no puede enamorarse a primera vista. Te puede interesar una persona sólo por verla pero no será hasta que tengas contacto con ella, que podrás comenzar a enamorarte. Y eso lleva algo de tiempo, para unas personas más, para otras menos.

Por mi parte llevo casi un mes sin sexo, realmente para mí es mucho. No porque lo necesite, sino porque rara vez me he encontrado en esta situación. Con el cambio de chip me siento diferente. Las mujeres han pasado a una habitación distinta donde la decisión de si deseo realmente flirtear con ella está lejos de ser afectada por mis instintos animales. Una cara bonita ya no es suficiente. Hay caras bonitas por todas partes, lo interesante está en su interior y a no ser que podamos traspasar esa barrera, nunca veremos lo que realmente queremos ver.

Hoy descubrí que una chica por el cuál había sentido cierto interés físico, a lo mejor no es tan interesante a nivel intelectual. Es guapa, rubia y hace mucho ejercicio pero hay ciertos aspectos de su personalidad que hoy me han tirado para atrás. Como se dice, el físico no lo es todo. Creo que estoy madurando y eso me preocupa, me preocupa no dejarme a mí mismo ser joven y disfrutar de hacer locuras, aprovechar mi capacidad seductora que poco a poco y con los años irá perdiéndose, me preocupa protegerme demasiado y no volver a caer en el amor.

Por hoy lo dejamos, un saludo y un abrazo

El perro que maulla

Meow

viernes, 11 de marzo de 2011

Somos lo que queremos ser

A los ojos externos nuestro comportamiento se ve alterado. Decidí hace poco días que la fase de rebeldía había terminado. No puedo hacer oídos sordos a lo que realmente necesito. Desde que estoy soltero he salido muchas noches, y muchas noches he ligado. Muchas veces completé el ritual y muchas otras veces no. Me he visto a mí mismo poseyendo y siendo poseído sólo por una idea, una voz oculta en mi mente más animal, un deseo irrefrenable de lujuria y autosatisfacción. Y el final siempre tiene un sabor amargo. La caza terminó, el deseo desapareció y la lujuria se apagó junto con mis instintos más primitivos. Entonces sólo quedó la razón del acto, algo que me permitiera mantenerme en mi posición sin avergonzarme de haber vuelto a caer ante mí mismo.

Estas dos semanas sin escribir han sido intensas y reveladoras. Por una parte me vi arrastrado a una noche de locura por tres personas que acababa de conocer, esa noche la pasamos en el chalet de una de ellas y con el alcohol y las hormonas alteradas por el intenso ejercicio de bailar toda la noche acabé acostándome con una de ellas. A la mañana siguiente el deseo y las ganas habían desaparecido, repetimos pero podía notar la sensación de que no era lo mismo. Sólo un polvo de una noche, sin sentimientos de por medio, pasarlo bien y poco más. Me vi a mí mismo reflejado y comprendí que algo fallaba en la ecuación.

Pocos días después me acosté con una amiga de juerga, y la sensación fue la misma. Me encontraba a mí mismo pensando en porqué lo hacía. Porqué continuaba buscando satisfacer mis impulsos sexuales en vez de empezar a recuperar una parte de mí mismo. Cazar me encanta, a veces es fácil, otras veces se vuelve más interesante la cosa. El juego de ser bordes, de sacar los dientes y provocar al otro. Comprobar quién cede y cómo o si por el contrario estira más de la cuerda hasta que terminamos los dos al medio de la cuerda comprobando si se cumplen las expectativas. Pero la caza sólo es una parte de mí, mi otra mitad necesita saber si el trofeo valía la pena o no. Y en muchos casos, no. Sólo sexo, nada de amor.

Esta semana he cerrado el grifo, apenas unos besos, apenas unas caricias. Con tres mujeres distintas, cierto, pero es difícil frenar en seco una locomotora con muchas ganas de velocidad. Ahora me planteo si de verdad alguna de las mujeres con las que puedo acostarme me interesan de verdad. Realmente la culpa se la debo al mismo por el cuál estoy en esta situación, al corazón. Mi corazón necesita tiempo para enamorarse, por lo tanto descubrí hace ya unos años que si no doy oportunidades nunca sabré si me interesa de verdad o no una persona, al margen de lo que ya me interese de por sí, no me abro ante cualquiera.

¿Entonces de qué trata todo esto? ¿Voto de castidad? ¿Celibato? No, se trata de ser consciente de lo que realmente deseo y actuar en consecuencia. Si realmente estoy buscando una chica decente no puedo esperar a que se enamore de un chico indecente como soy actualmente. Voy a realizar un añadido a mi listón, el añadido es que ya no sólo juzgará mi pene, sino también mi parte más romántica. Donde sólo me dejaré llevar si la chica me parece realmente interesante y le veo oportunidades. Aprender a respetarme y dignificarme para que los demás lo hagan también. Suena a un curso de religión sobre la virginidad pero tranquilos, sigo siendo ateo, profesando el amor y el sexo libre y el camino hasta encontrar "de nuevo" a la chica que me haga colgar mis zarpas de cazador es largo, pero no tedioso.

Muchos lametones, el perro que maulla.

Meow