lunes, 24 de octubre de 2011

Vidas y reencuentros

Hace poco escuché la historia de dos personas que se conocieron, se amaron, se casaron, tuvieron una niña, se separaron, pasaron más de 25 años y volvieron a reencontrarse para juntarse de nuevo. Quizá la primera vez eran demasiado jóvenes, quizá no sabían lo que querían y siempre quisieron volver pero jamás se atrevieron a abrirse de nuevo ante la otra persona, quién sabe, la vida está repleta de "y si..."

Realmente no quiero eso para mí. Desearía conservar a esa persona todo el tiempo posible para disfrutar juntos del paseo que es la vida. Manos que se abrazan la una a la otra en un nexo de unión que va más allá de la fricción de la piel. Se trata de seguridad, confianza y demostración de amor. Ir cogidos de la mano, como en un baile donde entregarse a la otra persona es fundamental para que salga bien.

Conocía a una chica interesante en un pub. Durante unas semanas estuvimos quedando, yendo a cenar. Teniendo sexo salvaje sobre la encimera de la cocina, en el sofá, en su cama doble. Sus gritos se oían por toda la casa, me encantaba, me excitaba sobremanera y eso era genial. Una noche me quedé a dormir como otras tantas, tuvimos sexo antes de dormir y algo pasó. No sé el qué. Por la mañana al despertar ella pedía sexo de nuevo y yo no tenía nada de ganas, al final terminamos haciéndolo pero yo ni siquiera llegué al orgasmo. Al menos ella sí que disfrutó del asunto. En ese momento me di cuenta de que me sentía vacío incluso con una chica guapa, sexy, muy abierta y estupenda. Después de meses en los que terminamos aquello que teníamos he llegado a la conclusión que fue mi corazón, nostálgico de mi ex, quien boicoteó esa relación cerca de la perfección en la que me hallaba.

Un mes después conocí a otra chica que a primera vista me enamoró. Tras intercambiar los números pasamos varios días hablando y desgastando nuestros labios en una fricción constante y pasional. Meses después a duras penas nos vemos un día a la semana y mucho menos tenemos sexo. Es la época de mi vida que menos activo sexualmente me encuentro y eso que estoy con una chica. Tengo que decir que aunque no somos nada serio estoy siendo completamente fiel al asunto. Ya lo comenté en los posts anteriores. Si no me hago valer yo mismo, nadie más va a hacerlo por mí. Y un chico decente gana muchos más puntos que un chico que se acuesta con la primera que ve. Valorar lo que tengo y mucho más importante, decírselo a ella son factores que provocan una respuesta sentimental mucho mayor que simplemente obviar el hecho de que las mujeres saben que las amamos. Eso es algo que he aprendido a base de golpes y me parece que este ha sido el último necesario. Las mujeres necesitan saber que las amamos, pero no sólo eso, necesitan que se lo recordemos. Que están presentes en nuestros pensamientos día sí y día también.

Ahora la relación se ha enfriado un poco, pero eso también es debido a la disponibilidad de cada uno, con horarios que nos impiden vernos en todo el día. Espero que la cosa se arregle ya que tengo puestas muchas esperanzas en lo que tenemos y me gustaría no perderlo. No es que esté enamorado, pero podría sucederme cuando arreglemos el tema de vernos más a lo largo de la semana y, de ser posible, tener mucho más sexo. Cosa importante en una relación digan lo que digan, el amor es importante pero el sexo es un factor fundamental y lo uno sin lo otro no termina de funcionar bien.

Os dejo hasta la próxima.

El perro que maulla,

Meow